Jesús de Fariña se doctoró en Valverde del Camino
Después de sortear múltiples dificultades, el 17 de agosto
de 1.996 y en la tercera de abono de la feria de Valverde del Camino, Jesús de
Fariña alcanzó el doctorado taurino de manos de Luís de Pauloba en presencia de
Pedrito de Portugal en un festejo en el que se lidiaron cinco toros de Amparo
Valdemoro y uno, que salió en quinto lugar, de El Romeral.
El onubense recibió los trastos cuando eran las 19,18 horas.
El toro de la ceremonia se llamó “Carina”, marcado con el número 41, negro
listón, nacido en enero de 1.992. El toricantano no se confió con el de la
ceremonia al que recibió con buenos lances de capote y al que con la muleta le
realizó una faena con diversos altibajos en la que se sucedieron pases con
sabor y otros en los que se veía sólo voluntad. No estuvo afortunado con los
aceros y fue avisado recibiendo una fuerte ovación que le hizo saludar desde el
tercio.
En el que cerró plaza, el onubense volvió a lucirse en el
capote y, con la muleta, dio algunos buenos muletazos sin que llegara a cuajar faena,
siendo muy aplaudido por los tendidos, por lo que, al finalizar su actuación,
fue premiado con una oreja de su oponente.
El padrino de la ceremonia llevó a cabo un esfuerzo grande
para lucirse por el pitón derecho de su primero pero, una vez más, perdió los
trofeos por el mal uso de los aceros, siendo avisado. El cuarto fue fuertemente
castigado y poco se podía hacer con él por lo que, tras un breve trasteo,
acertó a matarlo, siendo el diestro sevillano silenciado al acabar su labor.
Por su parte, Pedrito de Portugal estuvo con decoro y por
encima de su enemigo en su primero, dejando algunas notas de calidad pero sin
llegar a grandes cotas. Saludó al terminar con él y en el quinto no hizo el
esfuerzo que exigía un toro complicado, quedando inédito por el pitón
izquierdo. Faena breve, resaltando la indecisión y la apatía del diestro que
fue silenciado.
Día grande para la historia de Jesús de Fariña y de la plaza
de toros de Valverde que, tras muchos años, asistía a una ceremonia de
alternativa. Lástima que, como en otras ocasiones, los toros no ayudasen y el
festejo no fue todo lo bueno que cabía esperar del mismo.
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